Si buscas darle calidez a un dormitorio o al salón un buena opción puede ser una alfombra de pelo largo, aunque no es compatible con cualquier decoración. Sí es un acierto en un ambiente con paredes lisas, pues la alfombra de pelo largo hace que la habitación tenga mayor interés visual.
Además en una habitación decorada exclusivamente en blanco, si la alfombra también es de ese color, se consigue mayor personalidad gracias a la mezcla de texturas en paredes y suelo. Y es que este tipo de alfombras de pelo largo, especialmente si son muy frondosas, están diseñadas para ambientes poco recargados, donde puedan adquirir el protagonismo correspondiente. Colocar una alfombra de pelo largo en una pequeña habitación llena de cosas no hará más que agobiarnos.
Por supuesto, también podemos jugar con el color, eligiendo una alfombra en colores vivos. Otra idea es un look minimalista y con un toque zen: pocos muebles, color blanco por doquier y la alfombra como punto focal para dar relieve.