Porque aunque la cocina no es como el salón o dormitorio donde podemos pasar la gran parte del día, sí es cierto que también tenemos que disfrutar de los minutos más cómodos en ella. Es por ello que si cuentas con una cocina pequeña, siempre puedes inspirarte con estas ideas y comprobarás cómo el tamaño no tiene nada que ver para poder decorar nuestra estancia más especial. Selecciona los muebles más funcionales y solo aquellos que realmente nos hagan falta.
Las cocinas pequeñas y situadas en una esquina pueden dar mucho de sí. Tenemos la iluminación y como no, todo a mano para preparar los mejores platos. Recuerda que siempre es bueno tener encimeras que cuentan con varios cajones y si el espacio lo permite, una pequeña isla donde preparar todo lo necesario antes de cocinar. Ayúdate del color blanco para los muebles y también para el entorno en general ya que así, estaremos aprovechando toda la luminosidad.
Claro que si eres de las que prefieren un poco de color en esta zona, puedes combinar esos muebles en blanco con los azulejos en color que siempre le añadirán el toque más original. Pero eso sí, deja que sean también en tonos vibrantes para combinar con el color básico. Aprovecha siempre las paredes para colocar alacenas y tener todo bien organizado. Como véis, los taburetes cerca de la isla no faltan.
Si no contamos con una isla central en color de esas que vemos en las películas, siempre la podremos conseguir con una especie de mesa que como queda hueca en su parte baja, la aprovecharemos para colocar un mueble con ruedas y como no, con cajones. Para seguir con la misma luminosidad también te puedes ayudar del acero inoxidable ya que con él también el brillo será palpable. ¿Qué te parece una cocina como ésta?.
El color verde menta y la decoración vintage también se abre paso entre las cocinas pequeñas más especiales. Tanto es así que aquí podemos ver cómo la estrechez de la misma no impide que su belleza y originalidad esté también presente. ¡Hay espacio para todo lo que necesitamos!.
Otra manera de decorar la cocina es aprovechando una pared e instalando un par de ventanas o aberturas que comunican con el resto del interior. De esta manera quedará una cocina pequeña, sí pero diferenciada del salón y en un rincón perfecto que le aporta la luz a todo el entorno.