Si vas a elegir un color para las estancias de tu casa y no sabes como, la cromoterapia ambiental puede ser un buen remedio. Consiste en utilizar el color como elemento terapéutico en cada estancia según su función, las personas que estarán en ella o los ambientes que pretendemos consegir. Y es que los colores pueden influir en nuestro estado de ánimo. Una primera clasificación de los colores los divide en:
- Fríos: son los tonos que transmiten sensaciones de paz, soledad, relajación, etc. Los más fundamentales son los violetas, los azules y los verdes
- Cálidos: dan un ambiente acogedor y familiar a la estancia y nos hacen sentir activos y vitales. Dentro de los cálidos nos encontramos con los rojos, los naranjas o los amarillos.
Pero esto es solo la base, hay que tener en cuenta otros factores, por ejemplo los tonos cálidos pero pastel pueden crear ambientes relajantes.Además también hay que tener en cuenta como combinamos los colores y los efectos que produce esa combinación.