Los colores se ponen muy de moda y luego van cambiando con el paso del tiempo, el 2019 ha sido uno de los años en los cuales el color ha sido tendencia. En muchas de las decoraciones de diferentes partes de casa han sido utilizados los colores intensos. En este caso, lo que ha marcado más la pauta son los tones en color ocre.
Esta es una tendencia que va muy relacionada a las decoraciones con colores neutros. Aunque no podríamos considerar al ocre en primera instancia como un color neutro, este sin duda alguna llega a ser una excelente combinación con el beige, quizá el blanco hueso y otras tonalidades que vayan en los neutros.
Los colores cálidos son una tendencia que no se detiene y está en todo momento en constante movimiento, lo que da como resultado que ambientes como salones, dormitorios y hasta cocinas vayan tomando colores como estos que son bastante característicos.
Lo bueno de este tono es que no es demasiado invasivo, dependiendo de qué intensidad escojas. Pero para ayudarte con esto te daremos algunas claves. ¿Quieres comenzar a realizar una decoración con este color? Pues ya lo sabrás todo para realizarla.
¿Qué encontrarás aquí?
No te excedas con el ocre
Si bien es un tono cálido que no tiene demasiada fuerza al momento de entrar a un espacio, sigue siendo un color con algo de vida. Se verá bien en la medida que lo vayas colocando con cierto equilibrio en los espacios. Si bien el ocre puede que sea el centro de tu decoración, este no tiene por qué ser el único elemento que esté constantemente presente, también podrás matizarlo.
Por ejemplo, si ya has colocado tu tono ocre en una pared, esto es más que suficiente en toda la decoración. Así ya habrá una extensión lo suficientemente grande de color y en cuanto a dimensiones ya será protagonista. No deberás agregarlo en otros espacios si realmente no es necesario.
Inclúyelo sutilmente
Si bien ya te hemos dicho que este tono puede ir fácilmente en una de tus paredes, esta no es la única opción que podrás contemplar, otra alternativa es que lo agregues en pequeñas cantidades. No es lo mismo tener un bloque de color que sin duda alguna sea invasivo a diferentes elementos pequeños y que tengan bastante estilo.
Por ejemplo, agregarlo en algún florero, cuadro o adorno se verá muy bien. Los adornos en casa son primordiales para ir colocando algo de color. Si vas por algo básico no siempre se verá del todo bien. Pero tampoco deberás colocar todos y cada uno de los elementos de tu decoración en tono ocre, llévalo con un poco de calma.
Intenta agregar un poco de color
Sí, aunque el ocre sea un tono que ya tenga personalidad en sí mismo, también tendrás la oportunidad de agregar un poco más de color para así darle personalidad. Dependiendo de la intensidad del ocre que hayas tomado dependerá el tipo de decoración que harás. Quizá algunos toques en color rojo, pero no nada intenso sino un poco opaco te servirán muy bien para tener un espacio interesante.
Así mismo, el azul oscuro, nuevamente opaco y nada brillante te servirán para tener un estilo mucho más fresco. No siempre los tonos con los cuales combinarás el ocre tienen que ser neutros, pero si tienes algo de miedo en cuanto a este tema, lo que te recomiendo es que busques alternativas como el beige claro y también algo de verde, esto siempre funcionará.
Integra algo de metales
Los metales nunca pueden faltar en una decoración, de hecho, son difíciles de no agregar porque buena parte de los adornos de casa están hechos de estos materiales. Pero en este caso el metal que escojas podrá cambiar por completo tu decoración. Si vas por un plateado le dará a tu decoración un estilo mucho más elegante y podrás entrar en la vanguardia, lo cual está muy bien.
Así mismo, una de las opciones que será la más viable para ti es que escojas el cobre. Esta tonalidad no es tan utilizada en la decoración, pero debería serlo, precisamente porque se ve bastante bien. En cualquier espacio ir colocando tonos en cobre se ven interesantes y si tienes una base en ocre, muchísimo más. Así irás creando una paleta de colores muchísimo más cálida y que también tenga algo de brillo, pero manteniéndose en un estilo clásico.