Cada vez está más de moda el estilo dirty chic, un estilo decadente y desvencijado que va más allá del shabby chic para contrastar piezas de diseño sobre un escenario donde las grietas y las manchas de humedad le dan personalidad a nuestras paredes. Lo antiguo se vuelve seña de estilo.
Si te gusta este estilo apuesta por paredes y muebles con la pintura desgastada, accesorios de hierro oxidado, papel pintado cubriendo solo parte de los muros, cierto toque rústico con ladrillos y vigas a la vista; pero a la vez incluye muebles de factura contemporánea o de estilo vintage recuperado, y en buen estado.
El resultado es un estilo curioso, decadente e inspirador que no gusta a todos pero que tiene mucha personalidad y creatividad.