Porque los colores son los que van añadir más alegría y vitalidad a nuestra decoración de interiores. Gracias a ellos podremos cambiar unas habitaciones un tanto sosas por otras con una vida más frenética. Es por ello que todos y cada uno de los tonos que conocemos estarán ahí para ofrecernos sus mejores cualidades. Aquí te mostraremos unos ejemplos bastante llamativo pero con mucho optimismo para que tú puedas adaptarlos a tus entornos.
Lo que tenemos que tener siempre en cuenta es que como se trata de colores muy alegres, siempre hay que intentar mantener el equilibrio con ellos. Por eso, siempre tendremos cerquita a esos tonos neutros o básicos que pueden dejarnos su armonía. Por un lado, comenzamos con un salón moderno que cuenta con los sofás en color beige, pero donde el amarillo, el verde o el rosa vienen a marcar la decoración más colorida. El mismo color que lleven las cortinas también tendrá que ir en algún detalle más como pueden ser los cojines o mantas. Mezcla la alfombra con otro tono diferente para añadir contraste y la originalidad. ¡Seguro que lo conseguiremos!.
De nuevo, seguimos manteniendo un equilibrio entre los colores neutros y los más vibrantes. Para comenzar a añadir esos colores, nada como elegir solo dos de ellos. En este caso nos quedamos con el azul y el rosa fucsia. Dos tonos perfectos para conseguir que nuestro salón se vea más romántico y actual. Prueba a ir añadiendo solo el color en los detalles. Los cojines, vinilos y hasta las flores nos servirán.
Claro que seguro que cuando hablamos de colores y de una decoración en color, te estabas esperando por algo así. Es un estilo muy marcado y del que a veces nos podemos cansar por la combinación de tanta variedad de colores claros. Pero sin duda, será uno de los entornos más divertidos que hayamos visto. El verde, naranja o rosa siempre serán fundamentales para conseguir un entorno como éste.
Porque los colores más alegres no siempre nos dejan esa visión tan llamativa. En otras ocasiones, vemos vestida una sala con colores como el rojo, azul o el malva y también destila la misma elegancia que todas las anteriores. De esta manera, el color de vuelve a colar en un entorno básico y perfecto para soñar. Así es una manera idónea para buscar, y encontrar, nuestro propio equilibrio, eligiendo siempre las mejores ideas para ello.