Porque aunque siempre contamos con esos muebles básicos en nuestro hogar, bien es cierto que en ocasiones, no siempre cuentan con ventajas, sino que las desventajas estarán ahí para muchos de vosotros. Es por ello que hoy vamos a ver cómo los dormitorios que cuentan con camas de canapé, tienen tanto ventajas como desventajas y es que aunque a priori no lo parezca, seguro que tú también consigues sacar tanto lo mejor como lo peor de esta opción. Aquí te dejamos con algunos ejemplos muy ilustrativos.
Las camas canapé, una de las principales ventajas que tienen es que bajo ellas podremos guardar gran cantidad de ropa y de complementos. Sin duda será estupendo para las casas más pequeñas, o simplemente, para las grandes pero que quieren y necesitan ese espacio a mayores. Sin duda, es un hueco que se ocupa en su totalidad y queda totalmente cubierto por la cama en sí, por lo que nunca se verá lo que contiene en su interior. Esto es el resultado de que la parte superior es abatible y podremos levantarla cuando queramos.
Si una de las grandes ventajas es el poder guardar todo lo necesario en su interior, la gran desventaja es que suele ser bastante incómoda a la hora de levantarla. Sí es cierto que en la mayoría de los casos se nos dice que es muy sencillo de hacer. Claro que complicado no lo es, pero quizás tampoco sea nada cómodo. Siempre va a depender del estilo de la cama y de su modo de apertura, pero en la mayor parte de las ocasiones, cuenta con un gran peso.
Lo bueno que tiene este estilo de cama que podremos combinarlos con la ropa de la misma según más nos guste. Es decir, por un lado, podremos dejar que los edredones caigan hacia el suelo, tapando esta parte del canapé y por otro, dejar la zona al aire, metiendo bajo el colchón, lo sobrante de las colchas o edredones que coloques sobre la cama. Recuerda que siempre las bases que son tapizadas serán más económicas que las que están fabricadas en madera.
Claro que ésto también va a depender del estilo decorativo que quieras darle a tu dormitorio. Sin duda, para un toque de lo más elegante y natural, nada como la madera, que podrás combinar con colores claros y toques neutros. En ocasiones, también te puedes decantar por las camas que cuentan con cajones bajo ellas, pero recuerda dejar espacio para que puedan abrirse sin problema.