Tampoco necesitamos muchas cosas alrededor cuando hablamos de decoración de oficinas. Simplemente con lo justo tendremos un lugar donde trabajar cómodamente y siempre con todo bien organizado para que no nos falten esos papeles de última hora y que nuestro jefe nos ponga el ceño arrugado. Reconozco que es pensar en oficinas y no poder evitar el pensar en el color blanco, ya que además de darle más luminosidad a la misma, recrea un estilo elegante y único donde pasaremos bastantes horas. Para las oficinas de casa, no hay nada como aprovechar bien el espacio y por ello, necesitaremos una mesa larga (siempre es mejor que sobre que no que falte).
Bajo la misma, podremos colocar hacia un lado una de esas mesas con cajones que llevan ruedas, para un fácil manejo siempre que tengamos que echar mano a la misma. Sobre la mesa de trabajo, podremos colocar varias estanterías, de una manera poco lineal para darle un aspecto más moderno y sofisticado a esta zona. Claro está que no podrá faltar una silla cómoda y ya, para gustos, una alfombra que tendrá que destacar sobre el color blanco de la estancia. Si el espacio nos lo permite, cualquier estantería de pie es muy indicada para guardar todo tipo de archivos.
Los contrastes son lo que hacen que nuestra oficina se vea muy diferente y si seguimos con las que tenemos en casa, podemos añadirle esas pinceladas originales, pintando la pared con nuestros colores favoritos en esa zona que queda visible entre la mesa y las estanterías superiores. Es una buena idea, al igual que el papel decorativo, ya que seguro que en él encontraremos los dibujos y los colores que vayan con una habitación como ésta. No necesitamos impregnar toda la pared con él, solo en ciertos espacios del escritorio, como si fuera integrado con él.
Claro que si tienes la oficina lejos de casa, quizás este sea un diseño que pueda inspirar a nuestro jefe, ya que además de ser el color blanco el principal protagonista, tanto en las mesas como en los muebles, las pequeñas pinceladas del color mostaza hacen que se cree un ambiente mucho más moderno e ideal, así como lleno de luz y que invita hasta a trabajar, en la medida de lo posible, claro está. Una perfecta combinación para almacenar todo lo necesario sin estar rodeados de archivadores o estanterías por todas partes.