A muchas mujeres les gusta el rosa, pero no solo para la ropa, les gusta para decorar las estancias de sus casas, y es que este siempre ha sido el color de la feminidad; pero también está asociado a lo dulce, a lo sensible, a lo tradicional.
Es un color adecuado sobre todo para los estilos más clásicos y vintage, combinando los muebles clásicos o decapados en blanco con textiles lisos o estampados, complementos y paredes donde combinar el blanco y el rosa o incluso algún otro color pastel.
Pero si esto te parece cursi y prefieres algo más moderno apuesta por los tonos más fuertes del rosa como el fucsia, combinándolo con el marrón chocolate o el negro para darle un aire más sofisticado.
En cuanto a las habitaciones infantiles, la princesa de la casa dirá qué color quiere y dónde lo quiere y ella es la que manda; su habitación es su reino.
Otros lugares donde se usa cada vez más este color, aunque todavía de forma moderada, es en el baño y en la cocina.