Una habitación pequeña puede ganar algunos metros, visualmente, si elegimos la pintura y los colores adecuados para las paredes. La pintura por ejemplo nos ayudará a crear el ambiente de la habitación y a darle personalidad, además de modificar las características visuales de la estancia.
El color es fundamental a la hora de intentar que nuestras estancias se ven más o menos ampliadas. La mejor apuesta son los colores claros, sobre todo el blanco para que ayuden a reflejar la luz por toda la estancia, pero también se puede recurrir a los tonos claros como el crema o algunos pastel.
Pero si eres de los que prefieres las habitaciones con una nota de color y esto te parece demasiado soso, apuesta por pintar tres paredes de color blanco (que darán luminosidad a la estancia) y la otra pared, una de las grandes, del color que tu prefieras, para dar color a la estancia y que destaque el color blanco.
Otra buena idea puede ser utilizar el papel pintado a rayas horizontales, lo que creará un efecto óptico de amplitud aunque puede llegar a resultar cargante en algunas estancias.