Como ya estamos sometidos a bastante estrés en nuestro día a día, lo mejor es llegar a casa y poder descansar. Para ello, una de las cuestiones que tenemos que lograr es que nuestro dormitorio tenga un ambiente relajado y la decoración puede ayudar mucho.
Por un lado, el mueble principal será la cama y como tal, tendremos que buscar un colchón que se ajuste a nuestras necesidades, así como la almohada. Sin duda, una de las mejores son las que están rellenas de plumas, aunque si tienes problemas de espalda, opta por las cervicales.
Los colores de las paredes también ayudan a ese momento de relax y sin duda, alguno de los principales serán los más claros, como el beige o el blanco, aunque siempre podremos usar tonos más fuertes como el azul.
Lo aconsejable es que las luces sean suaves, a no ser que en la misma habitación tengas una zona de estudio, que se requiere un poco más de ella, para no forzar la vista. Opta por una decoración sencilla, con velas y jarrones, pero sin recargar el ambiente.