Cuando nos enteramos de la llegada de un bebé, comienza un proceso de lo más especial. Está claro que cambiará nuestra vida y que desde ese momento, que será algo mágico, no podremos dejar de pensar en él. Ya todo girará a su alrededor, desde los pensamientos hasta la decoración. Porque hoy vamos ver cómo decorar la habitación del bebé con todo aquello necesario tanto en formas, colores y detalles. Gracias a ello está claro que conseguiremos un mundo de lo más especial para darle la bienvenida.
Uno de los primeros elementos que tenemos que tener en cuenta es la pintura y colores con los que vamos a decorar esta habitación infantil. Puedes optar por los colores de siempre, con los que sabes que siempre será un acierto, tanto cuando es bebé como cuando vaya creciendo. Por ello, el color blanco en las paredes siempre es una buena opción. De este modo, siempre podremos combinar el resto de tejidos y de muebles en tonos más vibrantes. Lo mejor es que sean colores pastel y delicados, pero también puedes decantarte por algunos detalles en colores más llamativos.
Claro que además, podemos colocar algún papel pintado o vinilos en ciertas partes de la habitación. Cuando hayamos elegido el tipo de colores, pintura y demás, pasaremos a los muebles. Sin duda, es la cuna la reina de todos ellos. Las hay con numerosas formas, pero recuerda siempre mantener las debidas precauciones. Colocando vallas de protección y cojines en ellas para que el bebé no se lastime. Algunas cunas ya tienen incorporada una zona de cambiador. Si no es así, opta por un mueble sencillo que tenga como fin este trabajo. Lo más aconsejable son los que tienen varios cajones o puertas para poder guardar todo lo necesario.
Además, siempre necesitarás una butaca donde poder sentarte con el bebé o bien, una mecedora para pasar esas noches en vela. Eso sí, recuerda que las cortinas también forman un gran papel en este tipo de decoración, porque siempre debemos de controlar la luz para el perfecto descanso. Una lámpara central y un plafón en algún lateral también serán perfectos.
Lo mejor de todo, es tener espacio para tener todo bien ordenado. Está claro que los primeros días seguro que será un poco caos, pero recuerda que siempre las cajas de ordenación y los muebles con pequeños cajones serán fundamentales tanto para guardar la ropita como tener los pañales siempre a mano.