Las molduras son ese punto de unión entre el techo y la pared en sí, además de ser parte del denominado rodapié o zócalo. Tanto si van decorando esa parte superior como la inferior, siempre añadirán un toque de elegancia y de lujo a nuestra decoración de interior. Partiendo de ello, las molduras son muy especiales y se adaptarán a todo tipo de decoraciones ya que hoy en día disponemos de las lisas o bien, llenas de dibujos u ornamentos. Además su colocación es muy sencilla por lo que estamos ante un elemento perfecto que podrás permitirte en todas las habitaciones que quieras.
Hacen que sea más vistosa la separación entre el techo y la pared, al mismo tiempo que ésta y el suelo. Claro está que lo mejor es optar por ellas cuando tengamos techos altos. De esta manera la pared no parecerás más pequeña como si le añadimos las molduras a una que sea más pequeña. Partiendo de ello, podrás pintarlas del mismo color del techo, dejando que el resto de la pared le añada un nuevo toque con un color diferente. Vestirá los salones de manera exclusiva.
En cualquier tienda de decoración podrás encontrarlas y hasta vía on-line. Para sujetarlas vas a necesitas de un adhesivo especial que mantenga bien sujetos estos frisos. Podrás elegir su tamaño y hasta los ornamentos que vayan en él para que tengas el resultado perfecto en cualquier habitación. Siempre puedes combinarlas con el estilo de la misma y con los muebles.
Cuando tenemos una habitación con una especie de doble altura, entonces necesitamos de una moldura. De esta manera hará que se vea más preciso este lugar. En esta ocasión podrás dejar que éstas se queden con el color blanco y que sean de una manera muy sencilla, mientras el color de las paredes también se une al del techo. Una manera más original para una decoración con pinceladas clásicas.
No tendremos problema a la hora de decorar con este tipo de detalles ya que como vemos, se van acoplando perfectamente a todos los rincones y también a todas las habitaciones. Seguro que tus interiores te lo van a agradecer cuando vean el resultado final al que se enfrentan.
Porque en ocasiones, si nos queremos dejar de pintar las paredes o bien, de decorar detalles varios sobre ellas, siempre podemos ayudarnos de los frisos que también son considerados una especie de molduras. Puedes enmarcarlos dentro de la decoración moderna o quizás, clásica dependiendo de cómo los escojas.