La decoración étnica se caracteriza por ser colorida y con un toque exótico. Cuando hablamos de este estilo nos referimos a todo tipo de culturas: orientales, indios, africanos, etc. Todas aportan riqueza y son muy variadas. Pero hay que guardar la armonía.
La decoración étnica combina los colores cálidos inspirados en la tierra y el sol; para ello los tonos ideales son el marrón, el rojo, el naranja, el amarillo o el verde. El negro y el blanco se pueden introducir en este sentido pero en pequeñas dosis.
El papel más importante lo tiene la luz. Debe ser suave y difusa para difuminar los elementos de la estancia. Ayuda a crear ambientes relajantes con lámparas de papel o velas. En cuanto a los materiales más utilizados para este tipo de decoración son los materiales nobles naturales como la madera, piedra, bambú, mimbre, etc. Por último elige accesorios como telas murales, cestas de mimbre, alfombras de estilo étnico, almohadones orientales, etc.