Si dispones de una terraza o un amplio jardín está claro que lo puedes decorar de muchas maneras pero si quieres que esta zona sea solo un lugar de descanso después de un duro día de trabajo, entonces lo mejores que optar por decorar terrazas de manera relajante. Te ayudará a sacarle más provecho, tanto a esta zona como a tu mente, puesto que así desconectarás sin tener que marcharte lejos de tu hogar. No se necesitan muchos detalles para este tipo de decoración y desde luego, solo hay que combinar los muebles con los colores.
No necesitamos amontonar la terraza con muebles innecesarios, claro que cada uno pondrá los que quiera. Pero bien es cierto que si estamos intentando relajar el ambiente, lo mejor es decorar con lo necesario y esto puede ser un bonito sofá o dos sillas cómodas. Los colores elegidos para ello son siempre tonalidades pastel o el básico color blanco que pondrá la nota de iluminación y calidez a esta parte de la casa. Las terrazas relajantes también necesitan algún que otro detalle en forma de planta o velas. En el caso de las primeras, con un par de ellas si la terraza es amplia tenemos más que suficientes y las segundas, pueden colocarse en la mesa o por el suelo, en zonas que no molesten el paso.
Si en lugar de los sofás o las sillas, tienes un espacio considerable, entonces opta por las tumbonas. Ellas sí nos aportarán toda la relajación que necesitamos. Para ellas, nada mejor que colocar una mesita auxiliar entre ambas y llevarnos una mantita, para comenzar bien el otoño y disfrutar de las vistas o de un buen libro. Además, si tenemos unas vistas tan increíbles como las que aparecen en la imagen superior, ya no tenemos más que decir.
Recuerda que la decoración tiene que ser minimalista y la iluminación también. No se trata de colocar un gran foco que nos deje casi ciegos con tanta luz, sino de ir colocando pequeñas bombillas, focos LED o velas, de manera estratégica y repartida por toda la terraza. Ahora que comenzamos con el otoño, puedes añadir algún color, suave, en los cojines como los marrones claro, algún que otro amarillo o tostados en general. Es una manera de poder aprovechar la terraza también en otoño y no solo en verano. Seguro que ya estás pensando en más de una noche a la luz de la luna.