Muchas veces nos planteamos cuales son los factores para que un espacio cumpla los requisitos que favorezcan a la concentración. ¿A veces los alumnos se distraen durante las clases? ¿Es cuestión de concentración personal o el aula no está adecuada la situación de estudio? Si tu alumnado pierde la concentración lo que te tienes que plantear es reformar y amueblar con nuevo mobiliario la clase como si empezaras de cero.
¿Qué debemos mejorar en el aula de formación?
Vamos a hacer un pequeño repaso de los elementos fundamentales que tenemos que tener en cuenta para que nuestra clase sea el espacio idóneo para el aprendizaje y desarrollo de nuestros alumnos:
Colores suaves, lisos y pasteles
Puede que no supieses, que un aula excesivamente decorada hace que la concentración se disipe y tus alumnos se vayan por las ramas. Los posters, manualidades y esquemas decorativos en las paredes desvían la mirada y las capacidades cognitivas de los alumnos.
Por el contrario, los colores de las paredes lisas y con colores pasteles harán que el espacio sea más amplio y luminoso, favoreciendo la atención directa hacia la pizarra y el docente.
Mobiliario: sillas, mesas y pizarras
Mobiliario incómodo y poco flexible. Imagínate que tuvieses que pasar la mayoría de tu tiempo como trabajador sentado en una silla incómoda y rígida. ¿La silla del profesor siempre es diferente verdad? Esto tiene que ver con un concepto anticuado de estatus en el que el docente al sentarse en una silla grande y cómoda estaría por encima de los alumnos.
Los cánones de la enseñanza están cambiando y ya no es necesario tener a los alumnos sentados en sillas de formación con pala para demostrar nada. Ya que, al final, lo que importa es su aprendizaje y los resultados. Por ese motivo, este tipo de sillas pueden dar mucho juego en un aula reducida y permitir esa flexibilidad en la movilidad del espacio que necesitamos.
La ciencia ha avanzado mucho y hay modelos que favorecen la postura y ergonomía de los estudiantes. Si echáis un vistazo al mercado podéis encontrar muchas que son acolchadas y con respaldos que permitirán a los alumnos aguantar horas y horas de estudio.
Las pizarras siempre son un elemento clave a tener en cuenta en una clase, es dónde se desarrolla la acción. El aprendizaje de todo alumno se suele basar en la resolución de esquemas y resúmenes que previamente han dado lugar en este escenario.
La recomendación suele ser la pizarra blanca y esto tiene unos motivos muy concretos. La pizarra verde tradicional tiene su origen en la necesidad de la enseñanza y su producción en la antigüedad. El material de las pizarras verdes proviene de la piedra de la pizarra (de ahí su nombre), un material que era fácil y económico de conseguir.
Pero actualmente las pizarras blancas facilitan, limpieza, escritura y claridad, al contrario que las verdes, que es como estar viendo tu móvil constantemente en modo oscuro o invertido, lo cual hace que la vista se canse y la concentración sea precaria, induciendo al sueño y la falta de interés. Además, las pizarras blancas quedarán mucho mejor con tus paredes en tonalidades pasteles y suaves.