Otro de los elementos imprescindibles en todos los baños son las toallas. Muchas veces las que usamos a menudo van perdiendo su color y hasta se vuelven más duras con lo que podemos notar esa sensación áspera cuando nos secamos. Vamos a ver cómo podemos solucionarlo.
Las toallas que más se usan son las llamadas de rizo, que usamos cuando nos damos un baño. Las mejores, quizás sean las de algodón 100%, porque nos aseguran esa sensación de suavidad y duran más tiempo.
A la hora de lavarlas, debemos de hacerlo con productos suaves que no dañen ni su tejido ni su color. El suavizante no se recomienda muy seguido, sino solo en algunos lavados, para evitar que se pongan ásperas.
No las pongas durante mucho tiempo al sol y no las planches para que así, permanezcan sus cualidades inalterables durante más tiempo. Intenta cambiarlas a menudo para evitar la humedad, aunque si ya tienen ese olor, podrás eliminarlo con un poco de amoniaco diluido en agua.