En invierno nuestra casa es nuestro pequeño refugio contra las bajas temperaturas del exterior, por eso el ambiente ideal sería de calidez, de confort y también de elegancia y glamour.
Para conseguir esta ambiente basta con modificar algunos pequeños detalles de la decoración habitual para darle a tu hogar un aire más acogedor y familiar sin renunciar a tu propio estilo.
Para empezar una de las cosas que se deben cambiar es el color, por lo menos de los textiles. Cambiar los tonos más vivos, por los blancos combinados con dorado y plata o los grises y marrones suaves, igual que ocurre en la naturaleza. Pero los tejidos también cambian, se vuelven más cálidos como la lana, el pelo artifical o el terciopelo para propocionarno calor extra.
Si tienes chimenea esta es la mejor época para encenderla, para dar un ambiente más hogareño al salón; si no también puedes dar encanto a las estancias con velitas o plantas de temporada