Las cualidades de todo dormitorio deben ser la tranquilidad, la comodidad y la intimidad. Y para conseguir esto hay que elegir la estancia adecuada y los muebles correctos. El dormitorio debe convertirse en un auténtico refugio en el que descansar y reponer fuerzas.
A la hora de elegir la estancia más adecuada debes tener en cuenta que buscas tranquilidad, por lo tanto debe ser la que esté más alejada de las zonas más vividas de la casa. Tiene que estar un poco alejada del resto de estancias y si es posible que no de al exterior para recibir menos ruidos.
En cuanto a la distribución del dormitorio lo habitual es que todo gire en torno a la cama y a la entrada de luz. Lo idóneo es colocar la cama en perpendicular a la ventana para que se pueda disfrutar de iluminación suficiente, pero sin que deslumbre. El resto de los muebles no deben ser para rellenar espacio, deben tener una función concreta, y las proporciones adecuadas para los metros disponibles.
En cuanto a los colores, puedes elegir los neutros. Pero si prefieres darle algo más de color a tus paredes elige los tonos fríos como el verde, el azul o el malva.