Porque no debemos de confundir el estilo sobrio con el aburrido, ya que aquí veremos algunos ejemplos de que todo esto no tiene porqué ser así. Un estilo sobrio se asimila a la combinación de colores neutros donde los básicos también estarán presentes haciendo de todo ello una combinación llena de armonía y equilibrio. Es por ello que tonos como los marrones, blanco o negros siempre serán las claves primordiales. No importa si este tipo de decoración se refleja en los dormitorios o en los salones y cocinas…todos ellos cuentan con un toque de lo más especial.
Si empezamos por el dormitorio, entonces podemos ver cómo el color blanco se perfila como uno de los verdaderos favoritos de este entorno. La delicadeza del mismo se basa en no tener que recargar la zona. Simplemente con unos cuadros en una de las paredes, así como una lámpara de pie pueden ser las mejores ideas decorativas para este lugar. La sencillez en los elementos también es perfecta para la decoración sobria.
Si pasamos a la cocina, también será en ella donde los colores básicos se dan cita. No necesitan de esos colores llamativos que romperían la clave de este estilo, sino que solamente con el blanco y el negro tendremos más que suficiente. Una combinación especial donde será el blanco quien tenga más protagonismo para añadir la mejor luz al entorno.
Claro que el comedor tampoco se iba a quedar atrás y justamente, al igual que la cocina, también serán los colores básicos quienes aporten numerosos estilos, aunque nosotros nos quedamos con el más sobrio. Un lugar con encanto que cuenta con gran luminosidad y un espacio poco recargado para poder hablar de una decoración lineal pero no por eso aburrida. Siempre podrás ayudarte de detalles varios para ello. Plantas, velas y cuadros…¿por qué opción te decantas?.
Claro que no siempre tenemos que quedarnos con la combinación del blanco y del negro para hablar de una decoración sobria. También podemos introducir tonos en marrones y hasta algunas pinceladas en un amarillo mostaza. Eso sí, siempre que no destaque uno por encima de otro. Siempre hay que centrarse en mantener un equilibrio.
Puedes seguir introduciendo colores como los morados más intensos y los ciruela o los grisáceos. De esta manera, las notas coloridas se mantienen en tonos oscuros pero siempre al lado del color blanco para iluminar todo el entorno. ¿Qué te parecen estas ideas de decoración sobria?.