Cada material necesita sus cuidados, unos más especiales que otros para lucir como el primer día, y crear ambientes agradables, ya que no solo la decoración de una sala es importante, también su limpieza.
Una de las partes que más nos cuesta limpiar son los objetos metálicos, ya formen parte de un mueble o por si solos. Y es que estos elementos, es muy importante que brillen como el primer día y tengan un color natural, ya que si no se vuelven opacos o adquieren zonas negras.
Si tienes objetos de plata, a la hora de limpiarlos mételos en un recipiente con agua fría, sal gruesa y dos bolas de papel de aluminio durante un día entero, para que el papel absorba bien la suciedad. Una vez que se haya pasado el tiempo solo tendrás que secar los objetos con un paño que no deje pelusa
En cuanto a los objetos de bronce o cobre también son fáciles de limpiar. Si se trata de una emergencia puedes recurrir al agua con jabón neutro; pero si quieres un resultado brillante mezcla agua, limón y sal y después enjuaga y seca bien.