Cuando se amueble la habitación de los hijos siempre se buscan las mejores opciones para que crezcan en el mejor ambiente posible. Se buscan los muebles, los elementos decorativos, etc. Y con el paso del tiempo, a medida que el niño va creciendo, la habitación va cambiando. Uno de los elementos que más cambia, y más importancia tiene es la cama, ya que es la encargada de que el pequeño descanse bien.
Durante los primeros meses de vida del pequeño, el encargado del asegurar el descanso del bebé será un moisés, es decir, una cuna pequeña; que mide como mínimo 75 cm de largo. A simple vista puede parecer un canasto de mimbre pero por dentro está acolchado para que el bebé pueda dormir cómodamente.
El siguiente paso será la cuna, que debe seguir una serie de reglas de seguridad para evitar que el niño pueda sufrir algún accidente a medida que crezca. La mejor opción es que la cuna se adapte al crecimiento del niño.
El último paso es la cama que ya no dependerá tanto de la seguridad sino del espacio disponible. En muchas ocasiones, si no hay espacio disponible, se prefiere optar por literas, aunque son más peligrosas.