Si te gusta leer o ver la televisión en la cama antes de dormir pero no te gusta que luego te duela la espalda por culpa del cabecero te propongo una solución.
La idea es muy simple y llevarla a la práctica no resulta nada complicado. De hecho, lo único que hay que hacer es colocar una barra en la pared y colgar de ella, justo a la medida que se desea, dos almohadas. Con un cabecero así es posible estar cómodo y disfrutar de una posición agradable en la cama mientras lees o ves la televisión.
Ya lo ves, funcionalidad, confort y diseño no están reñidos, ¡todo lo contrario!. Además, es posible crear un cabecero con esas tres características sin invertir para ello demasiado dinero. Es una manera fácil y simple de que puedas seguir leyendo en la cama sin que al día siguiente tengas dolor de espalda.