Hablamos muchas veces de los colores a la hora de decorar nuestros interiores. Pues bien, siempre es bueno seguir un patrón y no colocarlos como más nos guste. Así que hoy os vamos a descubrir una de las mejores ideas para poder lucir en cualquiera de tus habitaciones. Gracias a ella podrás combinar tus colores favoritos, añadiéndolos en mayor o menor intensidad. ¿Quieres descubrir en qué se basa esta regla?.
Son muchos los diseñadores que se encargan de seguir este concepto. Además gracias a él obtendremos una decoración única. Para ello tendrás que elegir tres colores. Tan solo tres que se encargarán de darle vida a tu hogar. Uno de ellos será el color dominante. Con este nombre ya nos haremos una idea de lo que estamos buscando. Se trata de que esta tonalidad ocupa más de la mitad de la estancia. Así que lo tendremos que usar en la mayor parte de los muebles y detalles de la misma.
Como tenemos que decorar con él gran parte de la habitación no debe ser un color muy oscuro. Intenta que sea una tonalidad neutra o céntrate en los colores llamativos pero con luz. Aquí vemos como uno de los fundamentales es el naranja. Un color con mucha expresividad y que se encarga de dar vida a las paredes, así como a otros detalles a modo de elementos sueltos. Es por ello que de este modo le estaremos dando más luz a nuestras salas o habitaciones en general.
El segundo tono que hayamos elegido tiene que tener un protagonismo del 30%, aproximadamente. Es decir, ya no estará tan presente como el anterior, pero aún así será más que dominante. Puedes usarlo en muebles o bien en espacios como las paredes o dejarte llevar por los textiles como las alfombras. Lo que sí tienes que tener muy en cuenta, es que debe combinar con el anterior.
El tercer color en cuestión, ya solamente aparecerá menos del 10 por ciento. Una cifra baja pero que puede contar con gran protagonismo. Para ello, debemos de ir introduciéndolo en los detalles básicos. Dependiendo de la habitación en la que estemos, puedes añadir detalles en forma de jarrones, velas o cuadros.
Si todavía tienes algunas dudas puedes hacer combinaciones como el beige para el dominante, luego un verde y por último un toque en marrón intenso. Puedes dejarte llevar por un color pastel para el tono dominante de la habitación, luego combinarlo con azul o amarillo. ¿Cuál sería tu elección?.