Las nuevas tendencias para la decoración del hogar son elementos que no solo sean estéticos, sino también funcionales y óptimas para satisfacer las necesidades de la familia. Es así como las fundas de sofá se han convertido en un gran aliado para los muebles debido a que funcionan como elemento decorativo, pero a la vez, protegen cualquier sillón de suciedad, manchas, roces, polvo y otros.
Hay una variedad de fundas en diversos colores y materiales con funciones específicas en algunos casos. Por ejemplo, las fundas para asientos deslizantes se adaptan prácticamente a todos los tipos de sofá, evitando los deslizamientos causados por la fricción y el peso.
¿Qué encontrarás aquí?
¿Para qué sirve una funda de sofá?
Las fundas son telas diseñadas con el objetivo de cubrir un sofá para que logren mantener una mayor vida útil. Suelen fabricarse con variados materiales, siendo el algodón y el poliéster los más comunes, por su durabilidad y eficiencia al proteger muebles. También el elastómero es otro material muy utilizado para su elaboración, puesto que da la elasticidad suficiente a este elemento decorativo para que se amolde y sujete correctamente al sofá.
La principal función de las fundas de sofá es conservar la tapicería original de los muebles al protegerlo de suciedad o manchas producidas por alimentos o bebidas, marcas de zapatos, roturas de la tela, rasguños de animales y deslizamientos al sentarse. Así, es posible mantener el mueble como nuevo, lo cual disminuye su mantenimiento y cuidado; nada más se sacan las fundas para lavarlas, secarlas y volverlas a colocar.
¿Qué ventajas ofrecen las fundas de sofá?
Para los que buscan preservar por largo tiempo los muebles del hogar sin mucho esfuerzo, se puede optar por una funda de sofá. Este accesorio es la mejor solución para disfrutar de ventajas como una nueva decoración y el ahorro de tiempo en la limpieza diaria. Las ventajas de las fundas de sofá son:
Cambian el estilo del tapizado
Muchos sofás duran años en las casas, por lo que un cambio rápido y económico para cambiar el ambiente y estilo del espacio es colocar las fundas de sofá. Si el mueble mantiene una estructura de cálida, pero el tapizado es antiguo, no hace falta gastar dinero en un nuevo sofá. Las fundas dejan al mueble totalmente renovado, con estilos a elección del usuario.
Protegen el sofá del desgaste del uso diario
Una forma sencilla de cuidar los muebles a diario sin estar pendiente del polvo y la suciedad es con las fundas de sofá, que son aliadas de un espacio impecable y confortable. Se puede disfrutar en todo momento del sofá para una siesta, comer, hacer manualidades, jugar con los niños y más gracias a que las fundas evitan que se estropee.
Combinan con la decoración
Cuando se pintan las paredes de la sala u otra estancia, a veces los muebles no combinan con la nueva tonalidad. Por eso las fundas de sofá apuestan por una amplia gama de colores y diseños, para elegir la que se ajuste a las necesidades de la decoración. Hay tantos colores y diseños que es imposible no encontrar uno que combine a la perfección.
¿Cómo escoger una funda de sofá adecuada?
La única manera de elegir una funda de sofá adecuada es medir el mueble. Por lo general, las medidas son universales, aunque es conveniente realizar este paso para saber con exactitud qué funda hay que comprar. La medición se rige por estos parámetros:
- 1 plaza (70-110 cm);
- 2 plazas (130-180 cm);
- 3 plazas (180-230 cm);
- 4 plazas (230-270 cm).
En el caso de un chaise longue, lo recomendable es medir el largo incluyendo el brazo y anotar en qué posición se encuentra.
¿Hay trucos para evitar que la funda se mueva?
Al colocar una funda de sofá puede moverse o deslizarse tras los movimientos y la presión del peso. Para evitar esto, la solución más efectiva es comprar fundas de sofá ajustables o para muebles deslizantes, como se muestra en este video. También se deben poner cintas de agarre y acoplar bien la funda al sofá para conseguir que no se deslice.