A la hora de conseguir un buen descanso, siempre hemos hablado de los colores que nos pueden ayudar a crear un ambiente tranquilo y relajante, pero también debemos tener en cuenta el colchón y la almohada sobre la que vamos a dormir, ya que no solo influirán en nuestro descanso sino que también pueden provocan dolor de espalda, de cuello, etc. Hoy nos centraremos en los tipos de almohadas y sus rellenos:
- De fibras sintéticas: son las más comunes y baratas. Se pueden lavas y si te parece demasiado dura la puedes quitar algo de relleno descosiénsola. Son ideales para las personas que duermen de lado o boca arriba.
- De espuma: el espesor de este tipo de almohadas varía mucho dependiendo de la densidad de la espuma. Dentro de este tipo de almohadas están las anatómicas, cuya forma se adapta al cuello, pero no todo el mundo se adapta a ellas.
- De pluma o plumón: es un relleno natural y muy poco firme, por lo tanto es más adecuada para las personas que duermen boca abajo. Además puede provocar alergia, aunque duran más que las anteriores.
- Viscoelásticas: al igual que los colchones de este material, se adaptan perfectamente a la forma y postura del cuerpo, aunque al igual que pasaba con las anatómicas no todo el mundo se adapta a ellas.
- De látex: se trata de un material natural que traspira muy bien y se adapta a la forma del cuello.
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