La utilidad y beneficios que se obtiene de ellos es innumerable, desde una mayor y mejor difusión del calor, pasando por un menor consumo y mayor limpieza, hasta garantizar la seguridad el hogar
El uso del cristal vitrocerámico para cerrar chimeneas no solo permite una fácil instalación, sino que también proporciona numerosas ventajas a los hogares que se decantan por este material. Se trata de un cristal para chimenea que soporta altas temperaturas y se adapta a cualquier espacio permitiendo disfrutar de la calidez de las llamas de forma segura.
Quienes deciden contar con una chimenea para calentar la vivienda han encontrado en este tipo de cristal un método estético y práctico para obtener todos los beneficios de este tradicional método de calefacción. No solo se puede seguir contemplando el fuego y aportando calidez al hogar, sino que también se obtienen otros muchos beneficios.
Cómo es este tipo de cristal y por qué utilizarlo
El cristal vitrocerámico cuenta con una gran resistencia al calor, se trata de un material que llega a soportar hasta 800ºC. En la mayoría de los casos se comercializa cortado a medida, con las aristas abatidas y listo para su colocación. Suele tener un espesor normalizado de 4mm, aunque lo hay en distintos grosores y está compuesto con materiales parcialmente cristalinos y parcialmente vítreos.
Para explicar mejor su composición hay que aclara que el proceso vitrocerámico supone la obtención inicial de un vidrio, a partir del cual, mediante tratamientos térmicos de nucleación y cristalización, se obtienen materiales vitrocristalinos con una microestructura y propiedades determinadas muy valoradas en muchos aspectos.
En este sentido, las aplicaciones tecnológicas de estos materiales abarcan múltiples campos: desde la medicina, óptica, electrónica, usos domésticos, etc., hasta su utilización como materiales de construcción, revestimientos y pavimentaciones en industrias y, como matrices vitrocerámicas para el aislamiento de residuos radiactivos e industriales.
Razones para utilizarlo
No es de extrañar el éxito de este material, de ahí que cada vez más se opte por cerrar chimeneas con cristal, puesto que el beneficio que se obtiene de ello es mayúsculo: mejor difusión del calor, menor consumo, más limpieza y sobre todo mayor seguridad del hogar.
Mejor difusión del calor
Los cristales de vitrocerámica permiten que el calor se expanda de forma más uniforme por toda la estancia. Esto es posible porque en líneas generales, el calor se transmite a través de un vidrio de tres formas: Por su condición de sólido transmite el calor por conducción, por su característica transparente transmite lo transmite por radiación; y en ambos casos intervienen fenómenos de convección superficial.
Menor consumo
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que una chimenea siempre va a salir más a cuenta que usar radiadores o calefacción en la vivienda. La factura de la luz se reducirá de forma muy notable si se escoge esta forma de calentar las estancias. Una buena idea sería, por ejemplo, recuperar una chimenea antigua y acondicionarla para obtener todos los beneficios de esta forma de obtención de calor.
Mayor limpieza y menos olores
Otra de las ventajas más claras de usar cristales vitrocerámicos para cerrar chimeneas es que se eliminan por completo los olores y la suciedad. Al no tener las llamas en abierto, las brasas y restos de cenizas no se dispersarán por la estancia, de la misma forma los olores y el humo tampoco.
No se trata solo de mantener la casa más limpia, sino también de evitar posibles intoxicaciones por humo y otro tipo de problemas o molestias respiratorias. Y aquí se entra ya en el terreno de la seguridad, que es objeto del siguiente apartado.
Más seguridad
El tipo de material con el que está hecho este cristal es capaz de soportar y absorber una temperatura muy elevada, garantizando por tanto la seguridad, ya que no existe un acceso directo a las llamas. Con ellos se previenen los incendios y posibles quemaduras o accidentes domésticos que pudieran tener lugar en contacto directo con el fuego.
Los cristales vitrocerámicos en definitiva, permiten disfrutar de todas las ventajas y encanto de las chimeneas tradicionales, pero aportando mayores comodidades y beneficios, sobre todo en cuestiones de seguridad como se ha podido comprobar.
Por último, un buen mantenimiento asegurará todas sus cualidades durante más tiempo. La solución más económica para limpiarlo sería utilizar papel de periódico. Sólo hace falta humedecerlo, empaparlo con cenizas bien cernidas y frotar. Otra solución, consiste en aplicar sobre el cristal un producto para hornos, dejarlo actuar y finalmente limpiar con una esponja.
Hay también quien decide utilizar una máquina limpiadora a vapor, este método resulta muy eficaz y hace que el cristal quede limpio por más tiempo, pero requiere de mayor inversión. Sea como fuere, con este sencillo mantenimiento se puede garantizar su conservación durante mucho tiempo, por lo que la inversión inicial quedará amortizada con creces.