El estilo nórdico se ha convertido en una de las tendencias más importantes en la decoración de interiores en los últimos años. Y lejos de ser una moda pasajera, parece que ha llegado para quedarse durante mucho tiempo entre nosotros.
Los ambientes recargados no son una buena opción hoy en día, ya que contamos con poco tiempo para dedicar al orden y la limpieza. Además, nuestro estilo de vida especialmente ajetreado hace que muchas personas queramos vivir en una casa que nos inspire paz y tranquilidad por encima de otras sensaciones satisfactorias.
Y precisamente, el estilo nórdico nos aporta esa calma sin por ello dejar de ser un tipo de decoración que nos da la calidez que necesitamos para sentir que realmente estamos a gusto en nuestro hogar.
Por todo ello, en esta ocasión vamos a darte las claves para decorar salas con lámparas nórdicas, explicándote cuáles son las opciones para iluminar esta estancia sin romper los esquemas que nos impone el nórdico.
¿Qué es la decoración nórdica?
Antes de entrar en materia, nos gustaría recordar en qué consiste la decoración nórdica. Pues bien, se trata de un estilo que apuesta por la calidez de los espacios a través de elementos sobrios, tonos claros y con aires de sofisticación. El nórdico nos ha enseñado que un cierto minimalismo, bien aplicado, no está reñido con que un espacio resulte de lo más acogedor.
Las estancias que se decoran siguiendo el estilo nórdico son elegantes y ponen el foco en la comodidad. Pueden ser más o menos grandes, pero el color por excelencia en el nórdico es el blanco, y por esto siempre resultan más espaciosas incluso cuando en realidad no lo son. Posiblemente, este sea uno de los secretos del éxito de la decoración nórdica.
¿Cómo es la iluminación en los espacios nórdicos?
Una de las reglas de la decoración de estilo nórdico se basa en aprovechar al máximo la iluminación natural. Hay que tener en cuenta que en los países escandinavos hay poca luz, y por ello allí es necesario apostar por los tonos claros y no bloquear el paso de la luz del sol. Esto supone, por ejemplo, que las cortinas tienen que ser tan claras como todos los demás elementos.
Sin embargo esto no es suficiente, y por eso hay que buscar la forma de iluminar la estancia siguiendo las máximas del estilo nórdico. Es decir, poniendo puntos de luz a través de lámparas elegantes, sencillas y minimalistas. Una vez más se imponen los colores claros, por lo que el blanco es la opción preferente a la hora de buscar una iluminación nórdica.
Así puedes decorar tu sala con una lámpara nórdica
Lámparas nórdicas, afortunadamente, las hay de todo tipo. Por ejemplo, existe una amplia variedad de lámparas de pie nórdicas, que no solo aportan iluminación sino que se convierten en un importante elemento de decoración. Hablamos de lámparas con formas sencillas y una cierta altura, que hacen que la estancia resulte más cálida a la par que estilosa.
Otra opción para aquellas salas en las que no haya demasiado espacio o que se quieran mantener más ligeras son las lámparas nórdicas de techo. En estos casos, nada mejor que decorar con una lámpara de metal y de estilo industrial, que aporte la iluminación necesaria y a la vez sirva de adorno.
Por otra parte tenemos las lámparas de mesanórdicas, que sirven para dar una luz tenue, aumentando así la calidez de la sala. Este tipo de lámparas también son una opción para aumentar la luz a la hora de leer relajadamente en el sofá, y pueden tanto ser de estilo funcional (tipo flexo), como incorporar diseños modernos y actuales que aportan un toque de originalidad a la estancia.
Procedente de los países escandinavos, la decoración nórdica ha supuesto todo un éxito en nuestro entorno cultural, donde nos han conquistado su sencillez, su claridad y lo acogedora que resulta.
A lo que hay que añadir que se trata de un estilo de decoración muy práctico, que busca hacer las estancias más cómodas, funcionales y cálidas al mismo tiempo. Si además se complementa con unos puntos de iluminación adecuados y que sigan las tendencias presentes en el nórdico, este estilo se revela de lo más confortable.