La iluminación es una de las partes más importantes de la decoración. Es preferible que la luz sea natural pero en ocasiones esto no es posible y debemos elegir como distribuir los focos de luz artificial para que todo quede bien iluminado.
Tenemos varias opciones: halógenos, bajo consumo o incandescente. Este último tipo de bombillas desde el 2009 han dejado de venderse, lo cual nos deja solo dos opciones. Los halógenos destacan por su luz cálida y brillante que no distorsinoa los colores; además los modelos nuevos ahorran hasta un 30% respecto a los tradicionales.
En cuanto a las bombillas de bajo consumo tiene sus pros y sus contras. Es cierto que pueden durar hasta 6 veces más que las incandescentes y reducen el consumo de energía un 80%, pero contienen mercurio aunque en muy baja cantidad.
Aunque es importante la luz que desprenden, también es importante su diseño. En los últimos años han marcado tendencia los focos casi invisibles, cuya función es integrar mejor la luz en el techo, dejando de lado a los marcos y embellecedores.
Elige el tipo de iluminación que más te guste pero distribúyela bien por la estancia para que no haya zonas con más luz que otras.