Porque quizás tienes ganas de cambiar algo en tu decoración de interiores pero no sabes bien por dónde comenzar. Hoy te proponemos algo diferente y que no tiene nada que ver con los muebles para llevarse a cabo. Se trata de comenzar por las paredes y aplicar rayas sobre ellas. Éstas se pueden hacer de dos maneras diferentes ya que por un lado usaríamos la pintura y por otro el papel. Ambas opciones son muy válidas pero cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. ¿Te gusta este estampado original para tu hogar?.
Tanto si la respuesta es afirmativa o negativa, siempre es bueno quedarnos a ver las ideas porque quizás en ellas nos encontremos con alguna inspiración que no conocíamos. Las rayas nos brindan un estampado original y atrevido al mismo tiempo que pueden hacer que nuestra habitación se vea más amplia con las rayas horizontales y hasta más alta con las rayas verticales. Aquí ya comenzamos a ver cómo las ventajas toman su propio peso. Al mismo tiempo, se pueden amoldar a cada una de las habitaciones, ya que las puedes integrar en el salón, dejando que el resto de muebles tenga unos colores neutros y aportando luz e intensidad sobre nuestro estampado de hoy.
Claro que si prefieres un salón un tanto menos llamativo que el anterior, siempre puedes optar por decorar tan solo una de las paredes y con los colores más básicos o quizás, lo que más se lleven en esta temporada como pueden ser los del estilo marinero. El blanco y azul o el blanco y negro siempre serán una firme apuesta para conseguir un acabado perfecto. Además, si optamos por la pintura, podremos hacer las rayas del tamaño que queramos e incluso hasta mezclar diversos tamaños y crear un ambiente también muy original.
Si ya quieres impresionar desde el principio y desde el primer paso que se dé en tu hogar, entonces anímate a añadir las rayas en los recibidores más sencillos. Será una manera de abrir nuestras puertas al color y al buen gusto. Eso sí, cuando elegimos tonalidades tan fuertes como la que os mostramos sobre estas líneas, lo mejor es decorar con alguno de esos colores y además, incorporar el color blanco siempre que se pueda para mantener el equilibrio. Recuerda que para los espacios más reducidos, mejor optar por las rayas finas, mientras que los más amplios pueden elegir las más gruesas.