Los colores son también parte de nuestra decoración. Por eso, debemos elegirlos muy bien, ya que nos aportarán un estilo único y muy original a la par que cálido, para nuestro hogar. Si quieres pintar el salón en dos colores diferentes, no te pierdas los mejores pasos a seguir.
¿Qué encontrarás aquí?
Cómo debo pintar el salón
Está claro que en tema de colores debes elegir tú, pero antes de ello, necesitas seguir algunos pasos básicos. Por lo menos saber cómo debes comenzar. No se trata de darle la mano de pintura si antes haber estudiado bien la habitación en concreto.
- Si el salón cuenta con mucha luz, entonces puedes optar por algunos tonos un poco más oscuros.
- Mientras que si el salón es oscuro, necesitas iluminarlo con colores más vivos y claros. Así, parecerá que la estancia es todavía más amplia.
- Si quieres que la habitación se vea más alta, entonces elegirás un color más claro del que ya tiene el resto de las paredes.
Colores neutros para una de las paredes del salón
Como hablamos de pintar el salón a dos colores, vamos a comenzar por el primero de ellos. Lo mejor es elegir un tono claro. Dentro de esos claros podemos hacer uso del clásico y básico blanco o bien, optar por los crema, beige o arena. Es una manera perfecta de saber que siempre van a combinar con todos los demás que le vayamos añadiendo. Son tonalidades que favorecen al espacio y le da mucha relajación para los sentidos.
Colores vivos para la segunda pared del salón
Para la segunda pared, vamos a optar por los colores vivos. Entre ellos, desde el azul, naranja o verde, pasando por tonalidades en malva o lila. Eso sí, pinta solamente una pared, que sea pequeña. Puedes elegir la pared principal que es donde va el mueble con la televisión. Pero si es demasiado grande, entonces opta por el color pero no demasiado intenso. Más que nada porque no queremos recargar la habitación.
Integra el color en la decoración
Si has elegido una combinación de color crema, para una de las paredes, y el color rojo para la siguiente, también puedes mantener las mismas tonalidades en el resto de la decoración. Intenta que los detalles decorativos estén dentro de esa línea. No uses demasiados colores para no recargar.