Si quieres pintar las habitaciones de tu casa, pero no tienes presupuesto para ello, te proponemos que lo hagas tú mismo. Solo necesitas un poco de tiempo e ir haciéndolo poco a poco…un trabajo que puede ser en equipo y con el que te ahorrarás mucho dinero.
Vamos a comenzar eligiendo la pintura que más te guste. Recuerda que si prefieres los tonos más claros, mejor en estancias pequeñas, ya que aportarán tonos de luz con los que parecerán más amplias.
La pintura que más se usa para interiores es la plástica, ya que se seca mucho más rápida y deja menos olor. Dentro de este tipo de pintura, podrás encontrar la satinada, recomendada para un acabado más elegante y la mate.
Primero, hay que preparar las paredes. Si están bastante nuevas, las limpiaremos un poco y pasamos la pintura, sino, hay que pasar una lija para igualarlas antes de pintar. Cubre los muebles y el suelo para comenzar pasando el rodillo y las brochas en zonas más pequeñas o delicadas.