Aunque el buen tiempo se espera que llegue muy pronto, todavía estamos notando los restos del invierno. Así que, nos quedamos con unas salas con chimenea ya que es en ellas donde reside el mejor calor para un entorno cálido al mismo tiempo que podemos disfrutar de una decoración de interiores de lo más especial ya que cuenta con los colores más delicados de todos, los tonos pastel. Un par de conceptos que se unen para dejarnos la belleza hecha imágenes como éstas.
Un salón con chimenea puede contar con ese toque clásico y cálido que tanto nos gusta. Para ello, nada como dejarnos llevar por los sofás y sillas de elegancia donde la madera es la gran protagonista. Al mismo tiempo, también podrás colocar un sofá, relativamente cerca de la chimenea, para disfrutar de ella cada día. Eso sí, que sea en unos colores pastel como el rosado. Una tonalidad romántica y alegre donde las haya.
Cuando varias tonalidades se juntan, podremos crear un entorno mucho más moderno y divertido. Claro que siempre dependerá del espacio y como no, de nuestros gustos. Para aprovechar al máximo lo que un salón como éste nos ofrece, nada como un sillón amplio que se posará justo enfrente de la chimena. La alfombra cuenta con su protagonismo en colores, mientras que la mesa central intenta pasar desapercibida. Dos butacas junto a la ventana aportará otro grado de color de lo más expresivo.
Si quieres una sala un tanto más discreta, entonces déjate llevar por integrar poco a poco los colores pastel. Junto con el color negro o los grisáceos forman un buen equipo y ésta imagen superior es un buen ejemplo de ello. Parece que los sofás se miran de frente y que las sillas los complementan a uno de los lados, mientras que al otro está la indiscutible chimenea.
Claro que muchas veces, cuando el espacio es menor, tenemos que centrar toda la decoración del salón en un rincón. Para ello, aprovechamos la pared principal para colocar el sofá grande y en una zona de esquina, la chimenea. Claro que aún así, siempre hay hueco para algunos taburetes o mesas.
Otra forma sutil de integrar el color en una sala con chimenea es dejar el protagonismo a los techos y también a los detalles, quienes en forma de cojines, siempre sabrá lo que hacer. Un salón sencillo y con pinceladas de color, tal y como nos gusta.