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Como ya hemos visto otras veces, si queremos que nuestras estancias luzcan como el primer día, no solo tenemos que hacer una limpieza superficial, sino que de vez en cuando hay que fijarse en los pequeños detalles. Además hay muebles y accesorios, que pueden dar a nuestras estancias un aire especial, pero que requieren cuidados especiales.
Uno de estos elementos son las alfombras de piel. Si no las cuidas con atención, la piel se puede quedar sucia y fea, nada que ver con el aspecto que tenía el primer día. Si quieres que esto no le pase a tus alfombra, de piel, toma nota de algunos consejos:
- Lo primero que tienes que hacer para limpiarlas es quitar el polvo con un trapito seco, sin olvidar los bordes. Como último recurso siempre puedes utilizar una aspiradora de mano.
- Si ves una mancha en la alfombra procura quitarla usando un trapo que hayas humedecido con agua y jabón neutro y evitando mojar las partes limpias.
- Si tienes que utilzar un trapo húmedo para limpiar la alfombra, luego déjala secar en un lugar bien ventilado pero que no haya mucha luz.
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