Aunque todavía esperamos realmente por la primavera para que entre en nuestra vida y también en la decoración de interiores, nos podemos ir adelantando y crear unos ambientes muy especiales en nuestros salones gracias a la combinación de elementos frescos y colores muy alegres y vistosos. Un reflejo de que hay que ir guardando las mantas de los sofás y los colores más neutros para dar la bienvenida a una de las grandes estaciones del año. ¿Estás preparado?.
La llegada del buen tiempo nos recuerda que el color amarillo es uno de los tonos principales para aportar la mejor luminosidad. Tanto es así que siempre se puede combinar con otro de los colores más frescos de todos. Por un lado, si estás pensando en actualizar tu salón pero sin grandes reformas, entonces nada como pintarlo de amarillo y una de las paredes principales, de verde. Partiendo de estos dos colores, ya podrás seguir decorando a tu antojo con cojines estampados en ambos, jarrones, cortinas y todo lo que se te antoje.
Cuando estamos ante un salón de colores minimalistas, donde el blanco es el principal, entonces podremos darle un nuevo aire integrando tonos muy llamativos como pueden ser el rosa o el amarillo en sus tonalidades flúor. De esta manera, tendremos un interior de lo más personal y único, al mismo tiempo que muy vibrante.
El mimbre se puede introducir como uno de los elementos básicos de nuestra decoración. Al mismo tiempo también serán importante que las sillas cuenten con grandes colores y que todo ello esté respaldado por una decoración que evoca a la naturaleza gracias a una serie de jarrones o plantas, flores o frutas. Todo ello aporta frescura para un entorno tan veraniego como éste.
Los muebles de forja también son un claro ejemplo para un entorno muy fresco y delicado. De ellos puede salir uno de los estilos decorativos más románticos. Intenta no recargar un ambiente como éste y deja que tanto los colores como el blanco estén presenten para aportar la claridad y frescura necesaria.
Claro que no siempre tenemos que hacer una decoración de interiores con los colores más llamativos sino que también los tonos de siempre, en un grado sencillo, pueden darnos el gran protagonismo que queremos para nuestros salones. En este caso, tanto el beige como el verde se encuentran decorando un salón muy luminoso que dejará entrar toda la luz y el buen gusto de cara al verano.