Todos nos hemos encontrado con que el grifo, sobre todo el de la cocina, comienza a gotear y ya no hay quien lo pare. Hoy nosotros vamos a hacerlo de una manera sencilla, sin tener que gastar llamando a un fontanero. Verás que no tiene tanta complicación como puede parecer.
Para comenzar, lo primero que debemos de hacer es cerrar la llave del agua, para evitar que ésta salga y nos deje la cocina peor de lo que estaba. Ahora tendremos que quitar el grifo, algo que suele ser lo más sencillo, ya que por norma general se puede hacer sin usar herramientas, simplemente desenroscando.
Tendremos que sacar la goma que tiene en su interior y cambiarla por otra que encontraremos en cualquier ferretería. Desde luego que estas pequeñas cosas son las que más se suelen estropear y de ahí las fugas.
Por último, comprobaremos si lo hemos hecho bien o hay alguna pieza más que cambiar, ya que en ocasiones hay que cambiar el cartucho entero y sale un poco más caro que las gomas. Sea una u otra, el remedio es sencillo para llevarlo a cabo sin ayuda de nadie.