Sin duda, cuando hablamos de los colores que adornarán las paredes de nuestro salón, entran en juego muchos factores. Uno de ellos es el gusto personal y otro, el combinarlo con los muebles, pero aún queda una tercera opción.
Es la opción de dejar que los colores sean los protagonistas y que, con sus diferentes tonos, puedan significar una cosa u otra. Por ejemplo, los salones con unos colores neutros que nos darán una decoración equilibrada y también luminosa.
El color verde es uno de los que más se usan para decorar las paredes, dando también mucha luminosidad al entorno, lo que podremos combinar con madera de colores oscuros.
Para los lugares en los que hace más frío, nada mejor que un color como el rojo, ya que con él, mantendremos un entorno más cálido. Lo puedes combinar con muebles en color arena o blancos.