Creo que ya no hace falta decir que me encanta la combinación del blanco y el negro en la decoración de interiores. Ya os di ejemplos de cocinas en blanco y negro y también de baños bicolor, por eso hoy quería ir un poco más allá y llegar a los dormitorios. Sé que muchos pensaréis que es una decoración atrevida y quizás, un tanto oscura para un lugar que tiene que transmitir la luminosidad en cada momento para conseguir un lugar perfecto de relax. Creo que con esta combinación de colores, de una manera estratégica, y con cierta ayuda de algunos detalles menores, lo podremos lograr.
Aquí vamos unos ejemplos para que los podáis apreciar vosotros mismos. En primer lugar y para todos aquellos que no quieren ver su habitación en solo dos colores, nada mejor que añadir un tercero en forma de material. El llamado acero inoxidable o color plata puede añadir ese toque más glamuroso al conjunto. Las paredes pueden estar pintadas en color blanco o combinadas con el gris. La cama, por su parte, debería de contar con los dos colores principales, que irán unidos a los sillones y como no, a la alfombra. Es por ello que los detalles resaltarán en el plateado más intenso y lujoso.
Si quieres optar por este tipo de decoración pero no quieres un dormitorio apagado, entonces ayúdate de los espejos que siempre crearán una atmósfera más luminosa. En este caso, son los que decoran la parte trasera de las mesitas de noche. Dos ideas muy creativas a la par que funcionales. De esta manera,aunque el color negro vaya en detalles como pueden ser los cojines, las estanterías o el cabecero, no resultará una habitación oscura, sino todo lo contrario.
Para los más atrevidos, os dejamos con un dormitorio que verdaderamente se lleva la palma cuando hablamos de dormitorios en color negro. Aquí el blanco queda en un segundo lugar y hasta diría que en un tercero porque son muy pocas las pinceladas del mismo que podemos apreciar. El negro decora la pared donde va colocada la cama, mientras que el cabecero se muestra con un color grisáceo que también combinará con las rayas de la pared. Además las lámparas vuelven a color por excelencia mientras que las mantas y el edredón suavizan el ambiente volviendo al color gris. Una combinación perfecta con mucho estilo aunque siempre aconsejable para habitaciones grandes y con ventanales del mismo tamaño.