El blanco es un color que nunca pasará de moda y aunque a algunas personas les resulte un poco soso para una habitación, bien es cierto que tiene la ventaja de poder ser combinado con otras tonalidades en los detalles, tanto en las paredes como en la ropa de la cama. Es un color que nos transmite el brillo y nos deja pasar la luz para un espacio más alegre y optimista, así como minimalista. A mi personalmente me gustan las habitaciones únicamente en este colo, aunque como decimos, siempre están estupendas las pinceladas de tonos pastel. En la primera imagen podemos ver cómo los muebles son totalmente blancos: la cama y el sofá con cajones de la ventana.
El suelo es el que pone el contrapunto de la decoración tan radiante. Por otro lado, en las habitaciones infantiles también podemos usar este color, aunque no sea muy sufrido para soportar las trastadas de nuestros pequeños. Hemos seleccionado dos literas que cuentan con la ropa de cama también en blanco y hasta la alfombra que tímidamente se deja ver.
Sin lugar a dudas, es otra manera de decorar nuestro hogar aportándole un toque muy elegante y distinguido, seguro que os va a encantar tanto como a nosotros.