Parece que ahora sí, el verano ya está a la vuelta de la esquina y es por ello que siempre es conveniente darle la bienvenida con una decoración a su altura. En ella nos podemos encontrar con colores llamativos y claros, que brillen más que nunca para terminar un lugar que siempre es muy imprescindible. Desde las tonalidades en azul hasta los colores vibrantes como el naranja o amarillo. ¿Estás dispuesto a hacer un cambio en tu decoración?.
Como bien sabemos, el color azul es uno de los grandes protagonistas para este temporada. Uno de esos colores que nos evoca el mar, la calma y tranquilidad. Así que, no está de más que también en la decoración haga lo propio. En esta primera idea vemos cómo la mesa central lleva una tonalidad combinada de este color, algo que también sucede en los cojines. En el sofá en sí, nos quedamos con el color beige, al mismo tiempo que en las cortinas donde también combinamos ambas tonalidades, creando un lugar especial y delicado.
Además del azul por sí solo, no está de más el combinar con él más tonalidades vibrantes. En este caso, desde los tonos neutros en los detalles más básicos hasta los colores vibrantes que darán vida a un salón como éste. Tenemos varias tonalidades de azul y además, el amarillo con gran protagonista. Dos de los clásicos y perfectos colores del verano. Desde el cielo hasta el mar…¡una idea increíble!.
Claro que si hablamos del color azul y de la decoración veraniega, no podíamos dejar atrás el estilo marinero. Sin duda, es uno de los grandes básicos y de esas casas de playa que muy pronto tendrán sus puertas abiertas de nuevo. En este caso podemos comprar unas fundas para el sofá en color marino y completarlas con detalles en blanco. Una combinación perfecta de estilo, moda y frescura.
De un azul más intenso al color celeste. Las tonalidades más claras en los muebles o en los detalles, siempre pueden ser combinadas con nuevos colores pero más intensos. De este modo lograremos crear el ambiente medio y con gran armonía que todos tenemos en mente. Es por ello que de nuevo el amarillo o el naranja, tendrán que estar presentes en los cojines, flores o lámparas.
Para terminar la decoración que estamos esperando, siempre es mejor optar por añadir pequeños detalles pero en grandes colores. Dejar a los básicos o neutros que hagan su trabajo entre los muebles más grandes y las paredes, mejor en blanco o con pinceladas pastel. ¿Qué te parecen estas propuestas?.