Cada vez son más los estilos de decoración que se ponen de moda y hay que estar muy al pendiente de ellos para así renovar los espacios. Todo lo que tiene que ver con una decoración clásica, y en algunos casos básica ya ha pasado de moda. Eso ya no se lleva y lo que siempre se busca es innovar un poco más.
Lo bueno de la decoración de interiores es que siempre están saliendo nuevas tendencias, y aunque la de decoración con textura no sea una de las más novedosas, sí que se ha reformulado. Una característica particular de la decoración es que es cíclica y se va regenerando. Ahora lo que se lleva muchísimo es la textura en los interiores del hogar.
En primera instancia esto puede que parezca un poco difícil de lograr, pero la verdad es que no lo es. Puede ser un tipo de decoración bastante sencillo y que tiene grandes modalidades para poder hacerlo. ¿Quieren saber cómo crear una decoración con este estilo? Pues a continuación les mostraremos cómo hacerlo y que quede muy bien.
¿Qué encontrarás aquí?
Planifica y luego ejecuta

En sí, todas las decoraciones parten desde un proceso de planificación muy importante, es aquí cuando se sabe en qué sitio irá cada cosa. Sobre todo, en este tipo de decoración que si no se tiene muy en claro cómo se hará puede lucir muy recargado. Se tiene que saber perfectamente en qué sitio o en qué sitios irá la textura para que todo no llegue a competir cuando se está en un ambiente.
Se puede partir desde un tipo de textura en particular. Por ejemplo, la madera es uno de los tipos de materiales que se utilizan para agregar textura a los elementos de una casa. Por ello es que este puede ser el central y quizá se encuentre en diferentes sitios del espacio, pero sin exagerar, nuevamente se tiene que planificar en dónde se colocará.
Agrega textura en paredes
Una de las formas más sencillas para comenzar a crear una decoración con textura es hacerlo con las paredes. Esta es una tendencia que ha iniciado hace ya algunos años y sigue teniendo muchísima fuerza. En este caso, lo que deberán hacer es escoger una pared, esta puede ser la más grande o en la que estén centrados los muebles. El protagonismo tiene que ir en ella, esto es importante.
La textura que se le puede agregar dependerá de los gustos de cada una de las personas. Anteriormente mencionábamos que una alternativa podría ser la madera. Si además de tener una decoración con textura quieren agregar un elemento de decoración rústica, esta puede ser una de sus mejores opciones. Lo correcto en estos casos es que se coloque una madera no demasiado tratada para que tenga mayor personalidad.
Otra de las alternativas siempre serán las piedras. Ya sea que se trate de una muy pequeña que le dé una textura sutil a la pared, o unas más grandes que creen la apariencia de estar en un espacio natural. Lo correcto es que este tipo de piedras sean reales. Además, son fáciles de comprar, no tendrán problemas en conseguirlas en diferentes sitios destinados a la decoración.
Agrega textura con tus adornos

Los adornos también pueden ser una gran alternativa para darle textura a un espacio. Estos pueden ser hechos de diferentes tipos de materiales, y una buena opción es que tengan formas interesantes. La textura en la decoración no solo tiene que ver con un estilo rugoso, sino también con formas irregulares y que parezcan algo toscas.
Así que tazones, macetas, cuadros o mesas que contentan todo tipo de texturas serán buenas opciones. En estos casos, como se trata de elementos más pequeños podrás hacer mezclas entre texturas. La piedra de diferentes tipos, la madera y otras también podrán funcionar muy bien.
No exageres con los colores
Ya la mayor parte de protagonismo sin duda alguna se lo puede estar llevando la textura de una pared o hasta de la tela de los muebles que estés utilizando en tu decoración. Por ello es que lo mejor que puedes hacer es mantenerte en tonos neutros y claros para no recargar los ambientes.
Si tienes una pared texturizada hecha prácticamente a mano, ya sea que se ha creado la textura con alguna herramienta y luego pintada para que dé un aspecto brusco, podrías optar por colores blancos. Quizá el beige pueda ser otra de tus alternativas. Lo que más importará en este punto es que consigas una armonía y que los elementos no compitan entre sí.
Por ello es que colores como el amarillo, rojo, negro o naranja quizá no sean grandes opciones para este tipo de decoración. Aquí la mayor parte de la atención se la lleva la textura que agregues, no los demás elementos.