Porque los espejos ya no solo sirven para ver qué tal llevamos el cabello o el maquillaje sino que van más allá de su principal uso. Hoy en día sirven también para decorar los interiores aportándoles un nuevo aire lleno de luz y de estilo. Es por ello que contamos con muchas firmas que nos ofrecen productos de este estilo y con formas muy variadas según el estilo que necesitemos. Es por ello que ya hemos visto los espejos más originales que daban la bienvenida al ir colocando en la parte de los recibidores. Pues bien, hoy nos quedamos con los espejos en el salón. ¡Una gran idea!.
Muchas veces no sabemos exactamente donde podemos colocar estos detalles decorativos y es por ello que cualquier zona sirve para conseguir nuestro objetivo. Uno de esos lugares que muchas veces no sabemos bien cómo decorar es la parte de la chimenea. Sobre ella solemos colocar imágenes o velas, así como sencillos jarrones…pues bien, todo esto ya quedó atrás porque ahora vamos a colocar un gran espejo que cubra bien esta zona y dejar que refleje toda la luz que pueda. Eso sí, nos ayudaremos de unos muebles en colores alegres y claros como pueden ser los más vibrantes o quizás, el blanco.
Otra de las maneras para decorar con un espejo y sin tener chimenea es colocarlo dentrás del sofá. De esta manera, la habitación cambiará por completo al igual que nuestra visión. Para ello, lo mejor es optar por un espejo de pie o por uno con forma horizontal que podremos colocar a la altura de nuestro sofá. Ayúdate del color de su marco para seguir decorando con detalles que contengan esta tonalidad y jugar con la combinación. Eso sí, deja que el resto de muebles cuenten con una tonalidad más clara como apreciamos en la imagen superior.
Claro que si te gusta la decoración con estampados, también podrás integrarlos a tus espejos. Para ello, deja que cuenten con este sencillo toque lleno de flores e incorpora las mismas a tus muebles o a tus elementos textiles. Eso sí, siempre déjate llevar por los colores básicos para no recargar el ambiente. Los marrones, blancos y negros serán perfectos para darle más vida a tu salón. El color de las paredes puede ir en tonos neutros como el gris y desde luego, mantendremos esa sensación de brillo y luminosidad tan perfecta como siempre.