Si necesitas cambiar el suelo de tu jardín, piensa que el suelo exterior no tiene porque ser cómodo como el de dentro de la casa, tiene que ser resistente ya que está sometido a los constante cambio de temperatura y a los fenómenos climatológicos.
El suelo del jardín está expuesto a lluvia, bajas temperaturas y hasta nieve durante el invierno, pero en verano puede llegar a tener más de 40ºC. Por eso hay que buscar materiales que sean resistentes: madera, porcelana, césped (artificial o natural), mosaico de vidrio, etc.
Las baldosas y colecciones de porcelana, barro o gres son las más resistentes y las de mayor durabilidad. Son las más adecuadas para zonas de paso, porches con escaleras y playas de piscina. Dan una imagen natural puesto que imitan las cualidades estéticas de las piedras con lo que se consigue un aspecto cálido.
En cuanto a la madera, tiene menor resistencia a las condiciones meteorológicas aunque se sigue utilizando mucho. Por eso cada vez podemos encontrar más tipos de maderas con tratamiento en la superficie para darles mayor durabilidad y resistencia. Si te gusta el acabado de la madera otra opción es utilizar gre que imita el aspecto de la madera pero con las propiedades de la porcelana. Disfruta de tu jardín durante más tiempo.