Sin duda, a la hora de decorar, hay un principio básico si queremos que nuestra casa sea realmente moderna y con una estética muy original. Se trata del contraste que es muy usado en la decoración de interiores. Tanto en los salones como en habitaciones…siempre quedará estupendo.
Uno de los contrastes más usados se compone de colores básicos, de esta manera, las paredes se visten de color blanco o grisáceo, dejando que la decoración haga el efecto que deseamos. Colores más fuertes en los muebles, como en negro o blanco para un salón exclusivo y muy moderno.
La tendencia del contraste en bicolor es otra de las opciones para los salones más juveniles. Los tonos más luminosos darán un efecto de más espacio en la habitación, por eso, el verde o el malva irán estupendos para lograr un aire original y con más luz.
El color rojo, también es fundamental para crear un contraste, sobre todo, si el resto de la decoración está protagonizada por tonos suaves como pueden ser los beige o los antes citados, blancos o cremas.