Sin duda, el color blanco es uno de los favoritos para vestir nuestro salón. Tanto por su funcionalidad a la hora de combinar los muebles, como por su apariencia elegante, es uno de las mejores opciones en la decoración de interiores y para prueba, estos tres botones.
El primer ejemplo que os dejamos se trata de una decoración minimalista, que aprovecha el blanco de las paredes, para añadir los sofás del mismo color. Aunque, siempre es bueno otorgar una pincelada de algún tono contrario, como el negro.
En el segundo caso, también vemos como predomina el blanco pero hay una combinación de sofás con unos tonos arena y el espejo que refleja el contraste de la habitación, así como los cojines. Un ambiente con mucha luminosidad.
En el tercer ejemplo, las pinceladas en tonos grisáceos hacen de esta parte de la casa, todo un espacio de comodidad y buen gusto. Por lo tanto, tres colores básicos para aplicar en nuestro salón: Blanco, gris y negro.