Todos sabemos que los graffitis son unas pintadas que suelen verse en los muros y por las calles, aunque no solamente nos los encontraremos ahí. Ahora se han trasladado a un lugar mucho más cubierto y protegido. Llegan los graffitis a nuestros hogares para adornar de una manera muy especial y sobre todo, personal, nuestras paredes. Sin duda, un arte que revoluciona nuestra decoración de interiores. Una de sus técnicas principales se basa en lograr pintar símbolos y dibujos abstractos pero que gracias a sus colores, crearán un estilo único.
Primero debemos de elegir la zona que vamos a pintar. Siempre es bueno elegir una de las paredes principales en cada habitación. Si estamos hablando de una pequeña, mejor optar por diseños más pequeños, mientras que si es una habitación grande, nada como dejar que la imaginación se abra camino en ella. Claro que nos dará un toque muy casual a nuestra decoración por lo que siempre es preferible recurrir a muebles con un estilo similar.
Puedes elegir muebles en color marrón, de piel y combinados con el rojo porque siempre crearán una gran armonía. Con o sin plantillas, este arte combinará a la perfección con todo lo que queramos, ya que siempre será idóneo para nuestro hogar. Así, no tendremos que pensar en cómo decorar nuestras paredes o qué tipo de cuadros vamos a necesitar. Una manera libre de expresión es todo cuanto necesitamos.
Porque no solo las letras o los colores abstractos serán los principales en los diseños, sino que también los animales estarán muy presentes. Imagínate un lugar de trabajo o un comedor que esté presidido por un rostro de animal como es una pantera. Eso sí, para pensar en muebles qué mejor que unas sillas y una mesa de líneas sencillas y con estilo minimalista.
Claro que si tienes una pared de ladrillo en el salón, nada mejor que decorarla con un graffiti. Algo sencillo y que de nuevo, se combine en colores para un resultado mucho más creativo y con estilo. Por eso, hemos elegido este ejemplo que combina el rosa con el azul y el negro. Un trío de ases que se dejan llevar por unos sofás en combinación de dos grandes colores.
Un dragón a todo color es quien pone protagonismo a esta pared de un salón también bastante colorida. Sin duda, cada uno de los sofás cuentan con un estampado muy llamativo y de gran originalidad. Por eso, entre ellos, también tenía que estar presente el mismo toque, pero en la pared. ¿Qué te parecen estas ideas?.