Desde la época de los años 80 cuando ya se comenzaban a ver en numerosas prendas y complementos, los colores neón han llegado para quedarse. Bien es cierto que cada vez la moda se va quedando a un segundo plano para pasar a la decoración de interiores, ya que en ella siempre habrá un hueco perfecto donde acomodarlos. Sin duda, son colores llenos de luz y vida porque los neón o flúor cuentan con intensidades en cada uno de los colores que conocemos. Por eso el amarillo, verde o el rosa estará presente en esta selección tan especial que no podrás perderte.
Gracias a ellos estaremos haciendo una apuesta segura ante el brillo y la alegría. Para que ambos combinen en un dormitorio, nada mejor que dejar ciertas pinceladas de los mismos. Por eso, puedes atreverte a que en cada habitación juvenil reinen varias tonalidades diferentes como pueden ser el rosa para las paredes o quizás, el azul turquesa más brillante. Claro que si no te decides por ninguno, siempre puedes combinarlos. Un poco de rosa en una pared y el azul en otra. Los demás detalles tienen que esta bañados también por ambas. Puedes añadir cojines o sillas que lleven estas tonalidades.
Hasta la cocina también puede contar con colores tan vibrantes como estos. Sin duda, en un lugar como éste dejaremos que solo uno de los elegidos sea el protagonismo en lugar de seguir combinando más colores. Para ello, podemos elegir entre el verde o el amarillo, dos de los perfectos para una estancia como ésta. Además, tanto en el suelo como en las paredes, dejaremos que en color blanco sea participante de una decoración en colores neón tan idónea. Seguro que aunque es una idea muy original, no tendrás problema a la hora de no recargar la habitación, sino todo lo contrario.
Para el salón, volvemos a lo mismo que con el dormitorio ya que también podemos mezclar las tonalidades que más nos gusten. Lo mejor es optar por mezclar los colores en los muebles, ya que de esta manera la originalidad estará asegurada. Opta por sofás en color naranja o fucsia y para equilibrar, otro en color gris o beige al que le añadiremos cojines con las tonalidades neón anteriores. Deja que las paredes se queden en colores neutros como el gris claro o bien, el blanco. Ahora con la llegada del buen tiempo, puedes animarte a abrirle las puertas al color intenso.