A veces nos echamos las manos a la cabeza cada vez que entramos en la habitación y vemos el escritorio totalmente lleno de papeles o carpetas. Aunque es tarea fácil tenerlo recogido también es muy sencillo que en cuestión de segundos esté todo manga por hombro. Hoy vamos a darte una serie de trucos, que tendrás que seguir para que este espacio se convierta en un lugar tranquilo y con todo en su sitio. Para comenzar no hay nada como una buena limpieza, en el sentido de tener que seleccionar lo que sí nos interesa de verdad y lo que no. De nada sirve dejar cosas a la vista si no las usamos en semanas.
Así que, después de esta sencilla limpieza nos pondremos manos a la obra con lo que sí realmente importa. Lo vamos a ir organizando por el uso que le daremos y para ello, dejaremos cerca lo que sí necesitamos y los demás, en estanterías que siempre vienen estupendas en este tipo de habitaciones. Podrás decantarte por las que son de pie y ocupan parte de la pared o quizás por las más sencillas, dependiendo siempre del espacio que tengamos y como no, del gusto.
Además de las estanterías que siempre son bienvenidas, los organizadores nos quitan de muchos problemas y claro, no hay nada como que tengan otras cualidades como ser originales. Para ello, esta idea nos ha gustado bastante pensando en los escritorios juveniles ya que se trata de una serie de vasos que están colgados de una barra de acero inoxidable. En ellos podremos hacer una selección de lo que más usamos como bolígrafos o lápices y de esta manera, tenerlos siempre a mano. Conseguiremos saber donde está todo y tendremos la mesa siempre recogida y bien organizada.
Otro de los escritorios que más me gustan son los de tipo rinconera, porque da la sensación de que podemos aprovechar mucho más su espacio y para ello, nuevamente tendremos todo recogido. Los cajones que tiene la mesa o quizás, unas cajas de colores que podemos comprar serán imprescindibles para guardar las cosas pequeñas que tendremos que recopilar todas juntas y en un mismo lugar. Dejaremos a la vista los detalles más grandes como pueden ser la agendas. Evitaremos colocar muchos detalles decorativos y de esta manera, tendremos un área de trabajo mucho más cómoda aprovechando siempre las paredes y dejando libertad de movimientos en la mesa.